La uva de nuestra zona
HISTORIA DE LA UVA ALBARIÑO
Desde los monjes cistercienses a la nobleza
No obstante, nadie discute que los monjes cistercienses llegados a Galicia por el Camino de Santiago, o bien acompañando a la dinastía de Borgoña venida a Galicia en el siglo XII, con motivo de la boda de Raimundo de Borgoña con la reina Doña Urraca, fueron los encargados de enseñarnos a cuidar las variedades aquí asentadas y a extraer de ellas su máxima expresión.Los vinos blancos, más refinados, se conservan en los monasterios hasta el siglo XVIII con la Desamortización de Mendizábal. Este fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado a finales del siglo XVIII por Godoy (1798) consistente en poner en el mercado, previa expropiación forzosa y mediante una subasta pública, las tierras y bienes que hasta entonces no se podían enajenar, en poder de las llamadas “manos muertas”, las órdenes religiosas, que los habían acumulado como habituales beneficiarias de donaciones, testamentos y abintestatos.
Será pues, a partir de esta fecha cuando estos vinos empiecen a cultivarse en las fincas de los pazos o casas grandes gallegas. Los nobles eran entonces los únicos que podían destinar sus tierras a cultivar unas variedades y elaborar unos vinos más refinados. Ello era debido a que carecían de problemas económicos y, por tanto, no estaban condicionados a destinar sus tierras al cultivo de productos de autoconsumo.
EL CONSEJO REGULADOR RÍAS BAIXAS PREVÉ, SIEMPRE QUE LAS CONDICIONES METEOROLÓGICAS SEAN PROPICIAS, RECOGER 41 MILLONES DE KILOS DE UVA ESTA VENDIMIA.
30 de julio de 2024.- El Órgano de Control y Certificación de la Denominación de Origen Rías Baixas presentó hoy al Pleno del Consejo Regulador el Informe de Estimación de Cosecha 2024. Dicho documento, que recoge la situación del viñedo hasta la primera quincena de julio, estima para este año una recogida de “41 millones de kilos de uvas, lo que significa un 7,5% menos que la cosecha del año pasado, y un rendimiento más bajo de producción de 8.871 kg por hectárea”. Durante el Pleno se explicó que este año los racimos son más pequeños y que el ciclo vitícola va algo más retrasado que el año pasado debido a la ralentización del viñedo por las condiciones meteorológicas de finales de mayo y de la primera quincena de julio, con temperaturas frías o moderadas para la época.
En cuanto a la fecha de inicio de la vendimia, el informe prevé que se produzca a lo largo de los diez primeros días de septiembre, “dependiendo de cómo se desarrolle el mes de agosto”. Como señalan desde el Departamento Técnico, el envero comenzó la semana del 22 al 28 de julio. En la producción prevista para esta campaña influye en buena parte el incremento de 134 hectáreas en 2024 y una tasa de brotación del 92,7%, algo superior al año pasado, si bien el índice de fertilidad fue inferior, con 2,2 racimos yema/ brotados. Las mermas atribuidas se estiman en una media del 16% y se han producido especialmente por corrimiento de flor y, en menor medida, por plagas y enfermedades, especialmente el mildio larvado.
Dicho documento recuerda cómo ha sido el ciclo vitícola en 2024, con “un invierno muy cálido y húmedo; una primavera cálida y muy húmeda, así como un mes de junio normal y húmedo”.
Para la elaboración de este documento, el Departamento Técnico del Consejo Regulador se ha basado en la información proporcionada por técnicos de campo de las bodegas de la Denominación de Origen, que supervisan el 45% de la superficie productiva. En total se han realizado 43 encuestas a 32 técnicos que asesoran viñedos en las distintas subzonas. Unas encuestas muy detalladas, una vez superado el momento más crítico del ciclo vitícola, cuya información ha sido posteriormente contrastada en campo y ponderada estadísticamente con el fin de unificar criterios.
En la actualidad, este Consejo Regulador cuenta con 177 bodegas inscritas. La superficie de esta Denominación de Origen abarca 4.626 hectáreas, aumentando en 134 hectáreas, repartidas entre 23.792 parcelas en las que trabajan 5.038 viticultores.
Blancas y autóctonas como ningunas.
En las más de 4.600 hectáreas de cultivo que existen en la D.O. Rías Baixas maduran cada temporada seis tipos de uva blanca que nos permiten elaborar vinos extraordinarios, tanto monovarietales, con una sola uva, como coupages de diferentes variedades y que en buena parte explican nuestra diversidad; de tipos de vino, de matices dentro de cada uno de ellos y de elaboraciones.
Si eres un genuino winelover ya habrás oído hablar de algunas de ellas, pero todavía muchas personas creen que en la D.O. Rías Baixas solo elaboramos Albariño Rías Baixas. Es cierto que este monovarietal es nuestro vino más conocido, el rey de nuestra D.O., el más elaborado y la variedad de uva más plantada en nuestras 5 subzonas. Pero junto a ella crecen otras cinco castes que tienen en común con ella dos cosas: son blancas y autóctonas de nuestra región vitícola.
¿Y esto cómo se sabe? La identificación de uvas como variedades autóctonas es, amigo winelover, un señor trabajo que puede llevar 10 o más años hasta que la uva es identificada y descrita científicamente como variedad autóctona, un paso previo para ser autorizada como uva de vinificación por el Ministerio de Agricultura y la Xunta de Galicia. Y de hecho, pronto tendremos novedades sobre nuestras uvas blancas que añadirán todavía más diversidad a nuestros vinos.
En la D.O. Rías Baixas solo está permitido elaborar vinos con uvas autóctonas que garanticen la calidad y la identidad de nuestros vinos. ¿Por qué? Porque la experiencia milenaria en la vitivinicultura tradicional de nuestra región ha demostrado que son las variedades que mejor se adaptan a su clima y suelo y explica la profunda riqueza varietal de la D.O. Rías Baixas.
CUALES SON ESTAS UVAS?
- Albariño
- Treixadura
- Loureira Blanca o Marqués
- Caíño Blanco
- Godello
- Torrontés.
Albariño
Es nuestra variedad más plantada y elaborada y su crecimiento ha sido exponencial, desde los años 70. En 1975 la superficie plantada con Albariño sumaba 200 hectáreas; hoy supera las 4.000. Esta variedad, hoy cultivada en todo el mundo, tiene una enorme capacidad de absorber las características de su terroir; los suelos, las brisas y nieblas marinas, el sol… Y por eso alcanza en Rías Baixas su máxima capacidad de desarrollar sus amplios componentes aromáticos y de sabor. A nivel enológico, la Albariño desarrolla aquí dos condiciones poco frecuentes en las uvas blancas; una gran capacidad de desarrollar azúcares que aportan grado alcohólico a nuestros vinos y acidez. Es una uva delicada y pequeña, de maduración temprana, crece en racimos pequeños y apretados. Una pista para identificarla: el perfil de los racimos recuerda al mapa de África.
Caiño blanco
Es la segunda uva más plantada en la D.O Rías Baixas, especialmente concentrada en la subzona de O Rosal, aunque estuvo a punto de extinguirse. Delicada, de brotación temprana y maduración tardía, al igual que la Albariño produce gran cantidad de azúcares y ácidos, por lo que, en la elaboración de vinos, logra una gran combinación de grado alcohólico y acidez. A estas grandes características, se une su gran potencial aromático a manzana y notas florales y su capacidad de absorber las características de los suelos donde crece. La caíño blanco es una uva redondeada, que crece en racimos sueltos de forma cónica que se utiliza en la elaboración de Rías Baixas Rosal, pero cada vez más como monovarietal, dada su calidad.
Treixadura
Es la segunda uva más plantada de Galicia y la tercera variedad de uva de calidad recomendada para el cultivo en la D.O. Rías Baixas. Reina de la D.O. Ribeiro, necesita de valles y laderas secos y soleados de poca altitud. Dentro de la D.O. Rías Baixas encuentra su hábitat en la subzona de O Condado do Tea, la más continental de las cinco. La Treixadura es una uva más ovalada que la Albariño, que crece en racimos pequeños-medios y apretados, de forma alargada. Aporta acidez, aromas frutales y florales a los vinos. Se utiliza junto con la Albariño en la elaboración del plurivarietal Rías Baixas Condado do Tea.
Loureiro Blanco o Marqués
Rica en aromas y sabores con notas de laurel, la Loureira Blanca tiene una larga tradición en la subzona de O Rosal y es la cuarta uva más plantada en la D.O. Rías Baixas, y utilizada tanto en la elaboración de monovarietales como de plurivarietales. Su baja producción de azúcares y alta acidez aporta bajo grado alcohólico, frescura y sobre todo una gran riqueza de aromas florales y frutales muy originales. La Loureira Blanca es una uva redondeada, que crece en racimos de tamaño medio a grande y forma alargada. Se utiliza junto con la Albariño en la elaboración de Rías Baixas Rosal y con Albariño, Treixadura y Caíño Blanco en los Rías Baixas Ribeira do Ulla.
Godello
La uva Godello, reina de la D.O. de Monterrei, nuestras bodegas la utilizan sola o en combinación con otras variedades de uva para elaborar monovarietales y diferentes coupages a los que aporta estructura, potentes aromas afrutados y capacidad de conservación. Al igual que la Albariño produce vinos con gran capacidad de envejecimiento, también en Barrica. Es la uva blanca de las autorizadas en la D.O. Rías Baixas que madura antes, de forma elíptica, es muy sensible a las heladas, pero aguanta muy bien el calor y la falta de agua. Crece en racimos compactos de forma cónica.
Torrontés
Esta uva de forma elíptica también complementa las elaboraciones de plurivarietales Rías Baixas para aportar complejidad aromática, con notas frutales florales muy agradables, y ligereza. Son poco frecuentes las elaboraciones monovarietales con Torrontés, aunque su finura es muy apreciada en combinación con otras. Esta uva, de larga tradición en diversas zonas de España, crece con tamaño variable en racimos sueltos y de forma cónica. Es precoz, por lo que puede sufrir en heladas primaverales o con las enfermedades fúngicas del viñedo.